Por falta de iluminación fue suspendido el partido amistoso entre las selecciones de Argentina y Brasil que debían disputar la noche del miércoles en la ciudad de Resistencia, provincia del Chaco, a unos 960 kilómetros al norte de Buenos Aires.
El árbitro chileno Enrique Ossés suspendió el encuentro tras afirmar que "así no se puede jugar", unos 70 minutos después de la hora fijada para su comienzo.
El dirigente Germán Lerche, de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), dijo que "no fue posible superar el problema lumínico en el estadio, se esperó un tiempo prudencial y no hay una nueva fecha para la disputa de este encuentro".
La organización había planteado a ambas delegaciones que el partido se disputara el jueves, pero Lerche indicó que "es imposible, porque ambas selecciones tienen que devolver a los jugadores a sus respectivos equipos para los partidos de sus ligas".
La cancelación fue dispuesta cuando unos 19.000 espectadores se encontraban en los graderíos del estadio Bicentenario de la capital chaqueña.
La iluminación se interrumpió minutos antes de las 22.00 hora local y resultaron infructuosos los esfuerzos de los técnicos para reanudar el servicio, pasados unos 40 minutos de la salida de los equipos al campo de juego.
Los jugadores se retiraron a los vestuarios a la espera de la solución del problema, que no se produjo a menos de una hora para la medianoche de Argentina.